Clasificación de las plantas

La presencia o ausencia de conductos para el transporte de la savia es uno de los criterios utilizados para clasificar las plantas. Así, algunas, como las hepáticas, no poseen vasos conductores, y en otras, como los musgos, estas estructuras son muy sencillas. El resto de las plantas, sin embargo, presenta unos conductos bien desarrollados y rígidos (recubiertos de una sustancia denominada lignina1) que les permiten, además, mantenerse erguidas y adquirir mayor tamaño. En este último grupo se encuentran los helechos, las gimnospermas y las angiospermas. Otro criterio de clasificación, como la presencia o ausencia de flores, permite dividir las plantas en dos grupos: sin flores y con flores y semillas.
Plantas sin flores
Se incluyen en este grupo las hepáticas, los musgos y los helechos, plantas que se caracterizan por vivir en ambientes húmedos y sombríos.
3.1. Las hepáticas y los musgos
Las hepáticas y los musgos son las plantas más primitivas de la Tierra, ya que las primeras carecen de vasos conductores y, en los segundos, esas estructuras no se encuentran lignificadas, por lo que su dureza y consistencia son mucho menores que las del resto de las plantas. Estas plantas, por tanto, son incapaces de mantenerse erguidas, por lo que suelen ser de pequeño tamaño y se desarrollan a ras del suelo. En las hepáticas, las células absorben el agua y las sustancias que necesitan directamente del suelo y las van pasando de una a otra célula (difusión). Dado que este proceso es muy lento, si la planta tuviera un tamaño muy elevado, el agua no alcanzaría a tiempo a las partes más alejadas y el vegetal moriría. Los musgos son plantas de pequeño tamaño; los más grandes pueden llegar a alcanzar unos 2,5 cm. Suelen vivir en ambientes húmedos y en zonas pantanosas. En el caso de los musgos no se puede hablar propiamente de raíces, tallos y hojas, porque su estructura y función no son las mismas que en el resto de las plantas. En una planta de musgo es posible distinguir las siguientes partes:
 El cauloide, semejante a un tallo, de longitud variable, simple o ramificado, que presenta insertadas una especie de hojas denominadas filoides. Los rizoides, con los que los musgos se fijan al suelo y absorben el agua, aunque en muchos casos pueden tomarla a través de toda la superficie de la planta. Los musgos tienen una enorme importancia en el medio en el que viven, ya que se encuentran entre las primeras plantas que colonizan las rocas y el suelo. Por otra parte, su capacidad para retener gran cantidad de agua, como si fueran esponjas, favorece el asentamiento de otras plantas. Al morir y descomponerse, se mezclan con la roca erosionada, de modo que contribuyen al desarrollo del suelo
Los helechos
 Por lo general, estas plantas no llegan a medir más de 1,5 m, aunque en zonas tropicales algunos ejemplares pueden llegar a alcanzar varios metros de altura. Los helechos viven en áreas húmedas y sombrías. Poseen raíz, tallo y hojas más desarrollados que los de los musgos, y sus vasos conductores se encuentran lignificados, pero carecen de flores y semillas. En las zonas templadas y frías, el tallo de los helechos es subterráneo y se llama rizoma; de él salen grandes hojas, los frondes, que están divididos en hojas pequeñas denominadas folíolos. En la parte inferior del tallo se encuentran las raíces, que aparecen provistas de pelos absorbentes. 
Como puedes observar en la fotografía, el envés (cara inferior) de los folíolos presenta una serie de abultamientos, denominados esporangios, donde se producen las esporas, células que intervienen en la reproducción de estas plantas.
Plantas con flores: las espermatofitas
Las plantas con flores o espermatofitas se reproducen mediante semillas que se forman en un órgano especializado: la flor. Según el tipo de flor que presenten, las espermatofitas se clasifican en angiospermas y gimnospermas. Aunque ambos grupos poseen flores, las que popularmente se conocen como tales son las de las angiospermas. 
. Las angiospermas Las angiospermas son las plantas más modernas; se cree que surgieron hace unos 150 millones de años. 
La flor La flor es el órgano reproductor de las angiospermas. Esta estructura es más vistosa en las angiospermas que en las gimnospermas. En ella se distinguen cuatro tipos de hojas diferentes: los sépalos, los pétalos, los carpelos y los estambres.
El fruto y las semillas Las angiospermas se caracterizan porque producen frutos, órganos procedentes del ovario de la flor que pueden contener en su interior una o varias semillas. Fruto y semillas. El óvulo de la flor se transforma en la semilla, y las paredes del ovario, en el fruto.

Los frutos se dividen principalmente en carnosos (como el tomate o el melocotón), cuando la parte que rodea a la semilla es una masa jugosa, y secos (como las pipas de girasol o las nueces), si la semilla está rodeada por una estructura más o menos endurecida.



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